El ritmo es la vida misma.
El ritmo del corazón es la primera señal de vida del ser humano. A partir de ese instante, nuestro ser y todo lo que nos rodea, responde a las leyes del ritmo.
El movimiento de los planetas y las estrellas, los cambios de la luna, los ciclos de la vida, los fenómenos naturales, la música, la poesía y por supuesto ¡la danza! Toda la vida se rige por el ritmo.
El ritmo es el encargado de marcar nuestras rutinas. Las rutinas nos ayudan a organizar nuestras actividades y aprovechar mejor el tiempo. Si tenemos rutinas sanas y organizadas vamos a tener tiempo. No solo para hacer nuestras tareas y obligaciones sino también para hacer aquello que nos permite divertirnos, relajarnos y olvidarnos de nuestros problemas y preocupaciones.
Cuando las rutinas cambian, como nos ha tocado a todos cambiarlas a causa de esta pandemia. Los choques emocionales causan mucho daño a las personas, sobre todo a los niños.
En la medida de lo posible debemos tratar de conservar las rutinas en el hogar. Si el niño esta en la casa, sin poder salir y con los padres haciendo teletrabajo, es frecuente que el televisor o la tablet sean las herramientas que los padres utilizan para entretener a su hijo y poder trabajar.
Estas alternativas pueden ser utiles en algunos casos, pero si se realizan de manera frecuente, empiezan a generar en los niños estrés, ansiedad, pereza, irritabilidad, agresividad y violencia, sin contar con que pueden llegar a desatar peleas intra familiares, problemas alimenticios, trastornos emocionales, aumento de peso, entre otros.
No pares tu ritmo.
No pares tu ritmo es una invitación a todos los padres a continuar con sus hijos en las clases de danza de manera virtual mientras se reactivan sus clases presenciales. La clase de danza ofrece a los niños la oportunidad de moverse, divertirse, interactuar con otros niños, desarrollar un talento o aprender una nueva habilidad.
Con el baile los niños aumentan los niveles de dopamina y serotonina que son las hormonas encargadas de potenciar su ánimo, motivación y emoción. Gracias a la virtualidad, ahora los niños pueden seguir bailando desde su casa y no perder ese ritmo que los mantiene ¡sanos, vivos y felices!
Recomendaciones.
Algunas recomendaciones para los padres que desean que sus hijos no paren su ritmo con las clases de danza virtuales:
Revisar la conexión a internet con anterioridad.
Tener claro el procedimiento para acceder a la plataforma virtual de la clase.
Buscar un lugar amplio y seguro en la casa donde hacer la clase de baile virtual.
Acompañar al niño a las primeras clases mientras se adapta. Si el niño es muy pequeño debe tener un adulto que lo acompañe y realice la clase de baile con el. Puede ser esta la opción para compartir tiempo juntos de una manera divertida y saludable.
Evitar los distractores durante la clase (perro, juguetes, personas, comida, ruido)
Usar ropa cómoda para bailar.
Tener a la mano un termo con agua para hidratarse durante la clase de baile.
Usar el televisor o un computador para que la imagen sea más grande y el niño vea mejor a su profesor.
Si atiendes estas recomendaciones les estas dando a tu hijo el mejor regalo: ¡salud para el cuerpo y bienestar para su alma! Te invito a leerme la próxima semana para contarte sobre el poder que tiene la danza y lo compartas con tu hijo y toda tu familia.
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